Boda de ESTHER y EMILIO (Guadalajara, Castilla La Mancha)
Boda de SUSANA y JOSE (O Barco de Valdeorras, Orense)
Conocer a Jose y Susana ha sido una tremenda aportación.
Su derroche de alegría, de gratitud, de enorme atención,
se intuye tras el brillo de sus ojos, su sonrisa siempre presente y
la dulzura en las formas de hablar.
Es evidente que encierran dos inmensos corazones y así me lo han demostrado en todo momento.
Todo marchaba sobre ruedas, la preocupación de los preparativos y que todo saliera bien,
como es evidente, pues además para ellos, todo tuvo que ser a grandes distancias,
incluso el uno del otro.
Sus me iba comentabando cómo transcurría.
Pero mi sorpresa fue cuando me habló que había conocido al párroco que les casaría:
Ángel; un ser encantador, al igual que ellos no iba a ser menos, topar con gente así.
Su rostro demuestra todo: cuando alguien te recibe con una sonrisa brillante y sincera, muestra mucho de su interior.
En todo momento tuvo una gran implicación y preocupación con los novios para que todo les saliera perfecto.
Incluso ensayaron las cosas y les aconsejó todo lo que pudo.
Y así fue. El resultado: una ceremonia super íntima y acogedora, simplemente perfecta.
La cercanía que hubo fue tan cálida que era imposible despistarse y vivir todo lo acontecido.
El lugar elegido: la preciosa iglesia románica de San Miguel en Xagoaza,
con su ritual de las velas y una ceremonia de pie y cara a todos sus invitados.
Un diálogo constante entre la pareja y su casadero.
Susana, mujer de gran corazón, derrocha sensibilidad.
Me avisó desde el primer día que lloraba por todo y que no iba a ser menos el día de su boda.
Sin embargo, nos dio una gran lección, pues sacó todas sus fuerzas para no hacerlo,
mientras que todo el mundo se desplomaba.
¡Sí señora, Digno de admirar!
Para mí este gran día se reafirmaba en todos los sentidos y más cuando tuve la oportunidad
de trabajar con mi gran compañero videógrafo Nacho y Lara.
No puedo cerrar el comentario sin nombrar a su familia y por su puesto a sus grandes amigos.
Se nota el gran aprecio que se tienen; no pararon de darse sorpresas!
Y lo siento Hermi, pero no puedo dejar de nombrarte aquí…
¡¡Qué mujer!! qué carisma, qué expresividad, qué gran juego de la silla hiciste!!! eres la caña!!!
Gracias, gracias chicos por todo.
¡¡¡Estoy tremendamente agradecida de haberos conocido!!!
Peluquería Studio R, O Barco.
Maquillaje Estetica Dora, O Barco.
Ceremonia: Monasterio de Xagoaza.
Convite: Pazo do Catro.
Boda de SANDRA y SANTOS (Bierzo)
Poco más puedo añadirle a las palabras que ya dije en la sesión de preboda de Sandra y Santos.
Orgullosa de ser sus amigos, de darme esa primera vez de acudir a una boda como fotógrafa y como invitada.
Emotividad, sentimiento el que muestra esta gran pareja y esta gran familia.
El gran cariño que Sandra tiene hacia su hermana se palpó en el ambiente cuando tuvo que
ponerse a leer en la ceremonia y tan siquiera pudo empezar entre risas, complicidad y llanto.
Sandra siempre detallista, muy sensible y empática, pendiente de todo el mundo y generosa con todos.
Bonito día el que escogió para celebrar su boda… el mismo que celebraban sus padres el 33 aniversario de la suya. Precioso.
Santos… un chico con un corazón y saber estar enorme. Siempre con unos ojos y una sonrisa sincera y feliz.
Está claro que son una gran pareja.
Una gran pareja con la que he compartido parte de su vida en común.
Una pareja que merece todo lo mejor, por su gran interior y su gran exterior.
Honestos, vitales, transmisores de paz y alegría, con una gran preocupación y
ayuda en todo lo que les sea posible por los demás.
Agradecidos al más no poder.
Seguid así mínimo unos 13 años más y que sigamos compartiéndolo.
¡Gracias!
Qué suerte de nuevo poder juntarnos en el lugar que estudiamos su restauración las dos,
más simbólico el día aún: precioso el Monasterio de Carracedo.
Preboda LAURA y CARLOS (Ponferrada)
Preboda de NEREA y DAVID (contando historias de amor..)
Porque el Amor no entiende de edades, distancias, de momentos, de tiempos..
David y Nerea se conocen desde muy pequeñitos, cuando tenían 11 años y como Nere dice;
«llevabamos a David al cine porque era el primo de mi amiga».
Allí surgió la amistad y posteriormente el Amor..
Pasó el tiempo y aunque de lugares distintos, poco a poco siguieron disfrutando de la vida conjuntamente.
Se veían y compartían. Unas veces aquí unas veces allá.
Les encantaba jugar y divertirse como jóvenes que eran.
Sobre todo corretear y atravesar los campos…
A David siempre le ha encantado su pueblo y en varias ocasiones, orgulloso, se lo enseñaba a Nerea.
«San Esteban de Nogales».
Un día le llevó a la bodega de sus abuelos.
Estaba fría y olía a vino. Era como un túnel y estaba oscura,
así que David y Nerea se pusieron a jugar con sus siluetas en la penumbra…
También se divertían yendo al río a refrescarse en las tardes calurosas de verano.
David siempre intentaba salpicar a Nerea porque decía que el agua estaba demasiado fría..
Ese mismo día, después de calzarse, David llevó a Nerea a enseñar el curioso Puente de San Jorge que tiene su pueblo.
Un puente que lo reconstruyen sus habitantes cuando las riadas lo tiran, para poder
acceder a la ermita del mismo nombre en el día de la romería.
Pero llegó un triste momento…
después de tanto cariño y tanto amor entre ellos…
cada uno debía de tomar un camino y…
tuvieron que distanciarse…
Nerea como ingeniera, trabajaba instalando aerogeneradores en todas las partes de España.
Pero David no aguantaba tanta lejanía y siempre que podía iba a visitarla de sorpresa, estuviera donde fuera…
Además siempre escogia para sorprenderla esconderse detrás del molino número 10, por alusión al apellido de Nerea..
El tiempo transcurría y cada uno se echaba al otro demasiado de menos..
Tantas cosas vividas conjuntamente.. no podían continuar sus días distanciados.
Y como todo en la vida: después de la tormenta siempre aparece el sol.
Incluso a veces brilla tanto que se pueden apreciar todos los colores del arco iris.
Después de las tristezas y las distancias, llegan las alegrías y los reencuentros.
Nerea cedió a su actual situación de lejanía para poder estar al lado de la persona que
siempre ha querido: David.
Años después y juntos ya al fin, cercana a la fecha que les unirá aun más sus días,
David y Nerea regresan a San Esteban de Nogales a recordar uno de los sitios,
ahora escondido y carcomido por la maleza y las ruinas: su monasterio,
donde se escondían para disfrutar de la soledad de su amor, la tranquilidad y la paz de este gran sitio..
¿Cuál es el resultado de juntar a una ingeniera con un profesor de educación física?
Una mezcla magnífica y una combinación que lo tiene todo.
David: es la locura, la diversión, deportista al 100%, un ser tranquilo y sin reparos de ningún tipo.
David busca la actividad, lo dinámico..
Nerea: muestra la parte racional, la inquietud, la inteligencia. Busca la tranquilidad
(una buena lectura, calorcito y un poquito de sol..)
Son el acople perfecto. Porque pese a que cada uno tiene sus aficciones,
ambos intentan esforzarse y poner de su parte para compartirlas y disfrutar de la vida sin separarse.
Preboda SANDRA y SANTOS (Bierzo)
Sin duda este ha sido el mayor reto que me he topado desde que me
dedico profesionalmente a la fotografía.
Es la primera vez que hago unas fotos a amigos que se casan..
Es extraño ponernos serios y a trabajar en estos casos porque el cachondeo
por ambas partes viene asegurado…
Por lo que al final, lo que decidí fue no hacerles una sesión preboda y no planificar nada.
Simplemente, nos fuimos a pasar el día al monte tras la resaca de la boda anterior y sin dormir.
Así fue lo que hice; sólamente robar ciertos momentos que iban transcurriendo
durante el día y algún cambio de ropa.
Experimentar una aventura por las cumbres paralelas al Morredero en 4×4 y llenarnos hasta arriba de polvo.
Una comilona en plan «yankie» con cocacola incluida.
Una experiencia escatológica con nuestra mascota Luna,
unas risas que siempre están presentes.
Unas vistas extraordinarias, un día de relax y calor
y por supuesto: mucha cercanía.
De nuevo vuelvo a sentir admiración con este tipo de parejas..
casi 13 años juntos y tal cuál fuese el primer día…
Lo mejor de todo esto: disfrutar una vez más como siempre de su gran compañía.
Grandes amigos y mejores personas, con un corazón inmenso que se les sale del pecho.
Así me lo llevan demostrando durante 10 años y cada día lo veo aún más.
Gracias porque ni el tiempo ni la distancia han roto todo esto.